Estoy acumulando bitcoins y no voy a dar ninguno

Daniel Krawisz

Uncle Scrooge

¡Esos malditos acaparadores! Sabes a quienes me refiero. Ellos no van a usar sus bitcoins porque piensan que en el futuro van a valer mucho más. Pero ¿cómo podemos convencer a las empresas de que acepten bitcoins si nadie está dispuesto a gastarlos? ¡Tenemos que hacer que los acaparadores se sientan culpables para que gasten sus bitcoins y así apoyen a los comerciantes! Este artículo trata de explicar por qué esta línea de razonamiento es completamente errónea.

Si vendes bitcoins, no estás “vendiendo” Bitcoin

Estoy seguro de que ya has oído alguna historia como esta: “He visitado todas las tiendas locales y le he dicho a todos los comerciantes lo maravilloso que es Bitcoin. ¡Pero ninguno de ellos quiere aceptar pagos en bitcoins! ¿Por qué no les gusta?”

Pensemos un minuto en eso. Lo que estás haciendo en el fondo, es decirle al comerciante, “Oye, ¡mira esta cosa completamente fabulosa de la que quiero deshacerme! ¡Deberías darme algo a cambio de esto!” No suena como una buena propuesta, ¿verdad? ¿Por qué el comerciante va a querer algo que, al parecer, tú no quieres? Si realmente quieres que él empiece a aceptar bitcoins, pregúntale más bien: “¿Aceptan aquí ese papel moneda que no vale nada? Muy bien, ¡porque de mi usted no obtendrá ni un Satoshi!” Esto sí lo convencerá de que crees que los bitcoins son valiosos.

En cambio, ¿por qué no pruebas esto?: dile a los comerciantes de tu localidad que te gustaría poder pagar en sus tiendas con dinero en efectivo, y recibir el cambio en bitcoins. Ese es el tipo de tienda donde me gustaría comprar. Y cuando más adelante algún comerciante te diga: “No lo haré más. ¡Ahora quiero que me pagues en bitcoins!”, sabrás que se ha convertido en un verdadero acaparador.

Los acaparadores le dan valor a Bitcoin

Gold Bars

El precio inicial de un bitcoin es el resultado de las personas que quieren conservarlo, no de las que quieren gastarlo. Es más, cada paso subsiguiente en su crecimiento debe comenzar con más acumuladores de bitcoins, no con más gastadores. El volumen de negocios que Bitcoin puede absorber está limitado por su capitalización de mercado. Con una capitalización de mercado de dos o tres mil millones de dólares, Bitcoin puede absorber muchas pequeñas empresas, pero no podría ser usado para el comercio internacional de petróleo. Tendría que ser decenas de veces más caro para lograr eso, y eso sólo podría ocurrir si el deseo de la gente de acumular bitcoins continúa aumentando más rápido que su deseo de gastarlos. Por lo tanto, el que quiera que Bitcoin llegue a ser adoptado masivamente no debería desear nunca que su precio baje. Por el contrario, debería anhelar un suministro creciente de acaparadores.

Es verdad que el precio de Bitcoin puede ocasional y temporalmente sobrepasar su crecimiento en términos reales, pero esto es solamente un subproducto de su éxito fenomenal. Un activo que aumente de precio tan rápidamente como Bitcoin es esperable que experimente caídas y manías en su camino ascendente, porque es difícil distinguir entre un aumento de precio sostenible y una especulación de corto plazo. Sin embargo, ¿hace realmente sentido preferir una historia alternativa para Bitcoin según la cual su precio hubiese aumentado de manera lo suficientemente apacible como para nunca haber producido manías de ningún tipo? No veo como eso podría ser mejor. Mientras más rápido sea el crecimiento de Bitcoin, más completas y decisivas serán sus victorias y más difícil será para sus enemigos naturales reaccionar contra él.

¿Y quién necesita comerciantes?

Una de las cosas más molestas de Bitcoin es que es tan conveniente para hacer pagos que a veces es muy tentador gastarlos para evitar el fastidio de usar dólares. Una de las maneras de ayudar a hacer frente a la tentación de gastarlos es exigir un descuento en cualquier tienda que acepte bitcoins. Esto es perfectamente razonable, porque al usar Bitcoin la tienda no solo está disminuyendo sus costos, además hace que me desprenda de un commodity inherentemente superior.

Los acaparadores son más importantes que los comerciantes. Si un restaurante del centro comienza aceptar bitcoins, esto no va a generar necesariamente un incentivo para que la gente compre más bitcoins . ¿Por qué alguien se molestaría en hacerlo, si puede simplemente usar su tarjeta de crédito? Ahora bien, si logras convencer a un comerciante de que acepte bitcoins y deje de aceptar dólares, entonces sí estaría impresionado.

A no ser que esté ofreciendo algo que no pueda ser comprado con dólares, o al menos ofreciendo un descuento, un comerciante sólo beneficiaría a Bitcoin en la medida que estimule mayor acumulación. Si él convierte de inmediato en dólares los bitcoins que recibe como pago, y si sus clientes sólo compran bitcoins para gastarlos en su tienda poco después, entonces ninguno tendría algún efecto directo sobre la demanda de bitcoins. El verdadero héroe aquí es el acaparador quien, detrás de escena, le compra los bitcoins al comerciante y le permite convertir sus pagos en dólares.

La codicia es tu amiga

Dragon

No puede haber un gasto de bitcoins sin comprarlos previamente, y por lo tanto todo uso de los bitcoins como medio de intercambio depende de alguien que haya querido aumentar su tenencia, es decir, de un acaparador. Sin ellos no habría, literalmente, comercio en bitcoins. Incluso sería contraproducente intentar convertir a los acaparadores en gastadores. Realmente no hay ninguna buena razón para que alguno deba gastar bitcoins en un futuro cercano. Si todo el mundo estuviera acumulando, eso sólo haría que el precio suba hasta que finalmente alguien no pueda evitar gastar un poco.

Las monedas son bienes inusuales: cuanto mayor es su capitalización de mercado, más útiles resultan. Esto contrasta con activos tales como las acciones, que resultan más valiosas cuanto más baratas son en relación a los activos subyacentes de las empresas emisoras. Una moneda mas “cara” es ipso facto más demandada (líquida), lo que la hace un medio de intercambio superior. Cuanto más acumulación de bitcoins haya, mejor será esta moneda como medio de intercambio.

Así pues, el éxito de Bitcoin es, hasta cierto punto, una profecía autocumplida. Creer en Bitcoin fortalece la red, siempre y cuando se respalde esa creencia con la acción de adquirir y acumular más bitcoins. Cuanto más codiciosa sea la gente con sus bitcoins, mayor la probabilidad de éxito. Nunca deberías querer que la gente gaste más. Por el contrario, deberías desear que todos fuesen tan codiciosos como sea posible.

¡Saluden todos a los acaparadores!

Deja salir a tu acaparador interior. No niegues tus ansias. Déjalo salir y entiéndete con él. Imagina como se vería si pudiera sentarse en tu montón de bitcoins. ¿No lo ves completamente feliz? Deja que ruede sobre tus bitcoins. ¿No lo ves tan lindo devorando su copia de La rebelión de Atlas? Mira que alegre está mientras los entierra en tu sótano. Ahora deja que su avaricia fluya sobre ti. Déjala que penetre por tu piel. ¡Deja que tus manos se cierren! Deja que tus dientes se aprieten y tu boca se contorsione en una mueca de avaricia. ¡Quiero escuchar esas carcajadas!

Se siente bien ¿verdad? La economía de Bitcoin te lo agradecerá.

Concluyo con una salvedad: dar pequeñas cantidades de bitcoins puede ser muy eficaz para ayudar a las personas a acostumbrarse a tenerlos. Sin embargo, la razón por la cual esto funciona es que ayuda a propagar la avaricia.


Translated by bitman y Majamalu


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